Pues sí, ya puedo enseñaros mi
primera escena. Era para mi sobrina Clara que ha cumplido 11 años.
Conociéndola como la conozco, tenía claro que
debía abundar el rosa y ser una escena muy dulce y alegre. De modo que cuidado si sois diabéticos que seguro que os sube el azúcar.
Compré
una Roombox en kit de DM, de 35 cm de largo x 24 cm de alto x 29 cm
de fondo. La compré porque en casa no puedo cortar madera sin
llenarlo todo de polvo, pero es tan fácil de hacer, que si disponéis
de un sitio donde trabajar, os aconsejo que la fabriquéis vosotros
mismos, no sólo ahorraréis dinero, además podéis adaptar el
tamaño y la forma a vuestras necesidades.
Ésta
me costo algo menos de 19 euros y viene sin cristal, lo cual no me
importaba pues la idea era que la niña pudiera acceder al interior.
No
he pretendido ser realista, pero si quería
decorar el exterior y hacerlo atractivo, e intentar que la fachada no fuera
aburrida por ninguna cara.
He
utilizado masilla plástica para tapar agujeros, pintura acrílica,
cartón ondulado y madera de balsa.
A
trozos he ido utilizando una plantilla de plástico para hacer
ladrillos.
Para
que esta plantilla no se deteriore, pues es algo endeble sumergidla
inmediatamente después de usar en agua templada y frotar suavemente
hasta que quede limpia de nuevo. (Con lo cara que es, ya podía ser
un poquito más buena)
He
dejado secar y he pintado primero de blanco insistiendo en las juntas y
después sólo los ladrillos con varios tonos de rojo.
Después
he vuelto a usar la masilla plástica para cubrir toda la superficie
salvo los trozos tratados como si fueran de ladrillo, para asemejar
grandes desconchones.
El
marco está decorado con los colores y motivos que se repiten en el
interior de la escena.
He
construido una falsa ventana con madera de balsa que he teñido y
pintado a trozos con azul turquesa, azul claro, verde y blanco,
simulando una ventana vieja que ha sido pintada muchas veces.
Con
una esponja de desmaquillar he ensuciado la fachada con marrón muy
aguado y transparente, y he añadido unos rosales pintados en las
tres caras.
El
cartón ondulado lo he puesto en la parte superior, diferenciando de
este modo el techo de las paredes laterales.
Con
respecto al interior, quería crear profundidad y no limitarme a
llenar de muebles un espacio rectangular. Si hubiera podido serrar,
habría puesto una ventana en un lateral, y si hubiera sido la caja
algo más grande, habría creado falsos volúmenes fruto de alguna
escalera ficticia, tabique o viga.
Los
papeles ya sabéis que los podéis bajar de esta página, y en la
entrada Empapelar Paredes tenéis algo de ayuda para obtener un
resultado perfecto.
El
suelo lo he hecho con tablillas de bambú de una alfombra que he
teñido y dado con cera. Os recuerdo que puse un tutorial sobre cómo
hacerlo pinchando aquí.
Tanto
los rodapiés como la parte superior de las paredes están hechos con
madera de balsa teñida o pintada.
Otra
cosa que tenía bastante clara era la cuestión eléctrica, no quería
utilizar lamparas y bombillas para miniaturas, por dos motivos, el
primero que son muy delicadas, y no me parecía muy adecuado para una
niña de 11 años, y el segundo, que si las utilizaba, necesitaba
también un feo y aparatoso transformador de 12 voltios.
Las
bombillas con pilas tampoco me parecían buena idea, ya que no quería que
se viera la pila por ningún lado.
La
solución final ha sido una instalación sencilla mediante un
interruptor y una bombilla de 10 watios que se pueda enchufar
directamente a la corriente.
La
luz que emite es muy agradable y puede ambientar la habitación a
oscuras.
La bombilla está fijada al techo en la
esquina posterior derecha, y queda oculta tras una puerta falsa con
una cristalera esmerilada que nos deja intuir detrás un pasillo o
algo así, efecto conseguido por los ladrillos de diferente color y
algún cuadrito.
La puerta la compre en los chinos, está
colocada sobre cartón pluma y cortada en bisel a 45 grados para que
encaje perfectamente en la esquina. Un par de puntos de cola son
suficientes, para que sea fácil quitarla si se funde la bombilla.
Como podéis apreciar, he hecho la
manilla con la parte de atrás de un pendiente, algo de cartón y un
colgante de una pulsera.
La chimenea la he hecho con una lámina
de poliexpan recubierta con la masilla plástica que he utilizado
para el exterior. Los ladrillos están realizados siguiendo el mismo
método que os conté en esta entrada
La chimenea se puede poner y quitar a
voluntad.
Los cuadros que le he puesto son unos
broches pintados de plateado.
Como se me ha hecho muy tarde, y esta
entrada ya es bastante larga, seguiré próximamente.
Espero que lo poquito que os he
mostrado os haya gustado y os haya servido.
Un abrazo y mil gracias