Antes de volver a recluirme en el
campo, donde no tengo Internet y por tanto no puedo ni contestaros
los correos ni colgar nada en la web, quiero mostraros algo más de
la escena que le preparé a mi sobrina Clara.
Ahora le toca el turno a los detalles,
que son los que se encargan de aportar vida a cualquier escena.
El craquelado como siempre, se me
resiste y sólo ha salido en alguna zona de la contraventana. De modo
que aún no puedo poner ningún tutorial al respecto. En fin, ya
saldrá.
La cama, como viene siendo habitual, la
he realizado soldando alambre galvanizado. Aquí tenéis varias
entradas que os pueden servir de ayuda si os animáis a practicar la
soldadura.
A la cama aún le falta la colcha, pero
se ve acogedora con el colchón tan blandito...
Tengo a mi madre, la abuela de la criatura, cose que te cose, confeccionando una colcha que espero poder enseñaros.
Con una tela de lunares, cintas
estrechas y adornos para decorar las uñas, he preparado un panel
para más fotografías.
Como la idea era que la niña pudiera
jugar y manipular la escena a su antojo, los muebles no son para nada valiosos,
pero sí resistentes.
La silla la preparé en un principio
blanca y plata, pero la veía tan sosa, que cambié radicalmente de
idea, y le pinté los mismos motivos que al marco exterior de la
escena.
El contraste de la silla con el tocador en pan de plata es grande, pero queda bastante bien.
La alfombra la he imprimido utilizando
papel de transferencia, el cual ya utilicé cuando transformé el
sillón Luis XV.
La flores aprendí a hacerlas gracias a
la maravillosa miniaturista
Caroline Dupuis cuyo
blog Cinderella Moments os recomiendo de principio a fin. Pues aunque
vende sus creaciones, es generosa compartiendo muchos de sus secretos. Entre ellos, cómo pintar rosas.
La jaula es un
llavero típico para cazadores que se vende con una perdiz en el interior.
El hueco de la
chimenea lo he utilizado para poner otro cuadro hecho sobre la puerta
rota de un aparador que ya conocéis y que quedo así.
El marco con la
foto en blanco y negro está hecho con madera de balsa y
adornos para decorar uñas. El paspartú es un elemento de scrapbooking que he imprimido en miniatura.
El cuadro de
arriba es un dibujo que Clara hizo con 6 años que en la realidad,
decora la nevera de la cocina de mi casa.
El escritorio ya
lo conocéis, y si queréis ver cómo lo transformé podéis visitar
este enlace.
Para darle a toda la escena un poco
más de mambo, le he puesto una guirnalda de banderitas triangulares, con
los mismos colores que la silla.
El tocador tiene
fotos en el espejo y un collar.
Sobre las lámparas que aparecen en esta escena y otras más, hablaremos en otro momento.
Id preparando la insulina que ahí va...
...tachaaaaaaaaannnn!
Espero que os haya
gustado.
Muchas gracias por
vuestros comentarios y por vuestras muestras de amistad.
La verdad es me
gusta tanto escribir en el blog como hacer miniaturas, y es gracias a
vosotros.
Un abrazo y procurad ser felices, a pesar de todo.