Transformar un mueble ya existente es una de las actividades más entretenidas y fructíferas a la hora de hacer miniaturas. En este caso, el mueble elegido es ese popular sillón de dos plazas Luis XV, el cual se puede encontrar fácilmente en las tiendas de los chinos.
El color original es para mi gusto bastante horroroso, marrón y dorado. El hecho de que el precio sea de dos euros, facilita en gran medida poder hacerle todo tipo de perrerías sin llegar a sentir miedo por cargarnos el mueble. Tras un proceso imposible de contar detalladamente éste fue el resultado final.
El resultado no me satisfacía, la pintura quedó oscura, el dorado muy amarillo y la tela era un poco sosa. Así que me puse otra vez manos a la obra.
Pinté de blanco y apliqué cera con una pizca de betún de Judea y cepillé.
Decidí cambiar el tapizado, pero es difícil encontrar una tela bonita con los dibujos suficientemente pequeños. De modo que preparé una imagen con el motivo que me gustaba y la imprimí sobre papel transfer, el que se usa para decorar camisetas, con la intención de transferir la imagen a una tela de algodón. En este caso una vieja sábana.
El papel transfer tiene la ventaja de que cualquier motivo que nos guste puede ser reproducido, sin embargo tiene varios inconvenientes, el primero y evidente es el precio excesivo (aproximadamente 4 euros por pliego A4). Por otro lado al ser un recubrimiento plástico, la textura de la tela se pierde por completo, y gana grosor de manera que es conveniente utilizar telas muy finas. A pesar de todo me parece una buena opción para hacer alfombras.
Este es el resultado final tras el nuevo tapizado.
El color original es para mi gusto bastante horroroso, marrón y dorado. El hecho de que el precio sea de dos euros, facilita en gran medida poder hacerle todo tipo de perrerías sin llegar a sentir miedo por cargarnos el mueble. Tras un proceso imposible de contar detalladamente éste fue el resultado final.
El resultado no me satisfacía, la pintura quedó oscura, el dorado muy amarillo y la tela era un poco sosa. Así que me puse otra vez manos a la obra.
Pinté de blanco y apliqué cera con una pizca de betún de Judea y cepillé.
Decidí cambiar el tapizado, pero es difícil encontrar una tela bonita con los dibujos suficientemente pequeños. De modo que preparé una imagen con el motivo que me gustaba y la imprimí sobre papel transfer, el que se usa para decorar camisetas, con la intención de transferir la imagen a una tela de algodón. En este caso una vieja sábana.
El papel transfer tiene la ventaja de que cualquier motivo que nos guste puede ser reproducido, sin embargo tiene varios inconvenientes, el primero y evidente es el precio excesivo (aproximadamente 4 euros por pliego A4). Por otro lado al ser un recubrimiento plástico, la textura de la tela se pierde por completo, y gana grosor de manera que es conveniente utilizar telas muy finas. A pesar de todo me parece una buena opción para hacer alfombras.
Este es el resultado final tras el nuevo tapizado.
Pues creo que ha ganado mucho con tu transformación, me gusta el nuevo tapizado.
ResponderEliminarUn abrazo
que belleza tus trabajos...ya soy una seguidora mas...me encanta tu blog!!
ResponderEliminarPues me encanta como has tapizado el sofa, quedo precioso. Bonito blog, ya tienes una seguidora más. Por cierto, soy de Salamanca. Besos, Angela.
ResponderEliminarMuy buenos trabajos, creo que voy a aprender mucho de tí... gracias por poner los tutos. Besos.
ResponderEliminarEu amei a reforma do estofado! Ficou lindo!
ResponderEliminarMenudo cambio, te ha quedado muy bonito.
ResponderEliminarEnhorabuena.
me parece genial el trabajo hecho
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