Tengo un déjà vu

Hace siglos que transformé un tocador comprado en una tienda de chinos. Lo cubrí con pan de plata, y me gustó el resultado.
El sitio que le tenía asignado era el dormitorio, sin embargo, mi pareja me regaló en Navidad una cama de hierro negra y dorada, de modo que el tocador plateado no me cuadraba.

Así que volví a la misma tienda, compre otro tocador idéntico y decidí dar en esta ocasión pan de oro, pero sólo a algunos detalles, pues me resulta demasiado opulento.

Lo primero que hice fue imprimar con alkil y pintar de blanco.
He aplicado mixtión a las partes que me interesaban.
Por cierto, os recomiendo vivamente el mixtión al alcohol, es mucho mejor que al agua pues dura mordiente más tiempo.

Coloqué el pan de oro exactamente igual que en la entrada “Tocador en pan de plata”
Al aplicar la goma laca, una opción es dársela por completo al mueble (resultando más brillante), o dársela sólo a las partes doradas, pero sin salirnos, pues se nota mucho la diferencia donde se ha dado y donde no.

Pasé la lana de acero con suavidad, allí donde me pareció, apliqué cera virgen con una pizca de betún de Judea.

Tras sacar brillo, oscurecí con sombras de ojos algunas partes y envejecí el espejo.

La silla no me gustaba nada tan dorada, tras aplicar la goma laca, decidí pintar encima de blanco y cuando hubo secado, lijé por algunas partes y apliqué también la cera con el betún.

La textura resultante ha sido una sorpresa. Me ha gustado tanto, que seguro que volveré a aplicar esta técnica con algún otro mueble.

Y así quedan coordinados el tocador, la silla y la cama (único elemento que voy a indultar y no le daré la paliza que le doy al resto)

Espero que os haya servido.
Un abrazo a todos y gracias de corazón por estar ahí.