Aún no tengo plenamente decidido el estilo del interior de la casa. Me gusta el llamado Shabby Chick, aunque suavizándolo para no ser demasiado cursi. Me gustan los estilos rústicos, el wabi sabi, los muebles de los años cuarenta, la mezcla de estilos, los papeles de colores claros, las paredes desconchadas, los muebles metálicos roñosos...
Lo que tengo claro es que voy a intentar evitar en todo momento el Horror vacui, pues cuando veo esas escenas abarrotadas de objetos desordenados por todas partes, me entra cierta ansiedad.
Quiero un interior que transmita sensaciones de paz, intimidad y sosiego, pero también optimismo y frescura.
Uno de mis primeros pasos ha sido personalizar varios muebles fáciles de encontrar en las tiendas de los chinos.
Hoy empezaremos por el escritorio.
Lo único que es de madera es la puerta que sirve de tablero, de modo que no podía decaparlo y dejarlo del color natural de la madera.
He lijado la superficie y he dado alkil para que la pintura agarre bien. Tras limpiar el polvo he aplicado barniz de craquelar medio, cuando ha secado he aplicado pintura acrílica blanca mate (Nepal white de Peveo)
Con una lima de uñas he insistido en aquellas zonas que tienden a desgastarse con el paso de los años, esquinas, partes salientes, bordes, etc.
Finalmente he forrado los cajones con un papel de lunares para darle un poco de color.
Y este es el resultado final.
Lo que tengo claro es que voy a intentar evitar en todo momento el Horror vacui, pues cuando veo esas escenas abarrotadas de objetos desordenados por todas partes, me entra cierta ansiedad.
Quiero un interior que transmita sensaciones de paz, intimidad y sosiego, pero también optimismo y frescura.
Uno de mis primeros pasos ha sido personalizar varios muebles fáciles de encontrar en las tiendas de los chinos.
Hoy empezaremos por el escritorio.
Lo único que es de madera es la puerta que sirve de tablero, de modo que no podía decaparlo y dejarlo del color natural de la madera.
He lijado la superficie y he dado alkil para que la pintura agarre bien. Tras limpiar el polvo he aplicado barniz de craquelar medio, cuando ha secado he aplicado pintura acrílica blanca mate (Nepal white de Peveo)
Con una lima de uñas he insistido en aquellas zonas que tienden a desgastarse con el paso de los años, esquinas, partes salientes, bordes, etc.
Finalmente he forrado los cajones con un papel de lunares para darle un poco de color.
Y este es el resultado final.
Precioso, menudo cambio, vamos, ningún parecido con el original
ResponderEliminarPrecioso, por cierto ¿en que chinos compras tu? Por aquí por Tenerife esas cosas no las veo ni por asomo, pero es muy parecido al que sale en el coleccionable del Palacio de Muñecas, así que a ver si puedo hacerle algo parecido.
ResponderEliminarSaludos, Eloisa
He pasado un rato encantador mirando tu blog ¡ Saludos, Angeles.
ResponderEliminarPRECIOSO , realmente eres una fenomena cambiando el aspecto (para mejor )de las cosas.
ResponderEliminarSaludos Loly
Http: // lolyaliminis.blogspot.com
Mara, te ha quedado precioso el secreter, que es del Palacio de Muñecas, igual que el mío y has hecho una descripción de cómo te gustaría tu casa que suscribo en su totalidad.
ResponderEliminarBesos,