Una cocina de gas antigua

Compré por internet una cocina de madera sin pintar, una reproducción de las antiguas de gas.
Estas cocinas eran metálicas, y tenían un recubrimiento cerámico. Mi intención era darle ese aspecto liso de la cerámica y procurar que se pareciese lo más posible a las de verdad.

Primero lijé bastante, con papel de lija para madera de grano muy fino, después con lana de acero hasta que la superficie quedó muy suave.
Apliqué con pincel una fina capa de tapaporos y volví a pasar la lana de acero.

Cuando hubo secado bien, protegí bien con cinta de carrocero para no pintar el interior y apliqué esmalte blanco brillo en spray.

Este tipo de pintura es perfecto para dejar una superficie absolutamente uniforme. Alejad el bote para evitar churretes y tened paciencia, pues me llevó varios días terminar de pintarla ya que la iba girando y había que esperar varias horas para que no se pegara al papel.

Pinté el interior con pintura acrílica negra.

Apliqué una suave pátina con el pincel muy poco cargado de gris plateado para imitar el hierro.

Y barnicé el interior.

Con un rotulador permanente negro, he ido dibujando pequeñas imperfecciones donde se supone que se ha saltado el recubrimiento cerámico y ha dejado el metal al aire. Creo que con un rotulador marrón también debe de quedar muy bien.

Con pintura al oleo roja y verde para hacer un color pardo, he ido pintando con el pincel muy seco alrededor de algunas de las manchas de rotulador.
Tanto esta fase como la anterior son de lo más entretenidas, pero hay que tener cuidado de no entusiasmarse demasiado, porque es muy fácil pasarse, de hecho yo he tenido que quitar algún churrete que otro para que esta cocina no fuera una ruina total.

Finalmente he dado con un poquito de cera en alguna zona estratégica para que queden mejor adheridas las sombras de ojos marrones y grises que la avejentan.

He aprovechado una abertura lateral que tiene para hacer una bandeja extraíble.

Con un poquito de mambo en la decoración, esta antigualla, puede quedar muy graciosa. O eso espero ;-)
Si os gusta el papel lo podéis encontrar en la página de Shabby Princess

Un abrazo muy fuerte y mil gracias por vuestro apoyo.

Bambú para suelos y ventanas

Reconozco que el suelo me ha dado muchos quebraderos de cabeza.
Al principio tenía más o menos claro que quería baldosas en la cocina, pero hice dos intentos fallidos y desistí. Tenía la casa desmontada y me habían entrado las prisas.

Mis dos errores al hacer las baldosas tienen que ver con el uso de yeso demasiado diluido para tapar las juntas sin haberlas impermeabilizado bien previamente y por las dos caras.
Las primeras estaban hechas con fotocopias de baldosas reales sobre cartón de montaje, las segundas con papel grueso de acuarela pintado con acrílico. La impermeabilización la hice con alkil pero fue claramente insuficiente. Como veis, el yeso impregnó tanto que si lo limpiaba más aparecía la pulpa del papel...frustrante.

Hacía tiempo que había comprado una alfombra de laminas finas de bambú para destinarla al suelo de algunas estancias, de modo que decidí poner este material en toda la casa.
Antes de comprar una alfombra de estas, miradlas detenidamente, incluso extenderlas si es posible, para poder percibir mejor si tienen alguna tara o si las láminas no están rectas, porque las que están curvadas son inservibles.

Este material no es madera y hay riesgo de que se astille longitudinalmente en la dirección de las fibras, de modo que la sierra no es muy aconsejable. Para los cortes transversales, he utilizado lo que tenía a mano, no digo que sea lo correcto, pero a mí me ha funcionado. Es una herramienta que se utiliza para cortar malla metálica. Para los cortes longitudinales lo mejor es el cutter.

He cortado los extremos ya que son inservibles por tener los agujeros del cosido del remate. Después he quitado la espuma de detrás.

He cortado con un cutter y retirado, los hilos que la recorren transversalmente por arriba, pero he respetado los hilos que están detrás para que todas las tablillas estén unidas y sea más cómodo trabajar. Cuando lo coloquéis, procurad unir bien las tablillas para que no se vean esos hilos.
Si al hacerlo os quedáis escasos y no cubrís toda la superficie, sólo tenéis que añadir alguna tablilla más en un extremo.

He tomado las medidas pertinentes, dejando un hueco para encajar posteriormente la escalera.

Para pegarlo, he utilizado alkil.
Dado que los cables de las lámparas están bajo las tiras de bambú, he preferido utilizar un adhesivo menos resistente y definitivo que la cola de carpintero, de este modo si hay algún problema eléctrico, es más fácil retirar el suelo.

He hecho los agujeros para encajar los paneles separadores del interior

Un detalle importante. Estos suelos tienen algo más de un milímetro de espesor sin la espuma de atrás, de modo que al ponerlo, puede que el panel separador del interior, no encaje también como antes. Para ello y a falta de un cepillo de carpintero, me he limitado a pasar la lija para rebajar la altura del panel divisorio un milímetro. (Lógicamente, sólo podemos hacer esto antes de empapelar)

El suelo de la cocina lo he pintado de blanco, pero lo he lijado por la parte central y he aplicado betún de Judea y cera para dar un aspecto desgastado y viejo.

Cuando termine de electrificar, colocaré los rodapiés en toda la casa, los cuales los haré con el mismo material, aunque eso sí, cortando longitudinalmente por la mitad cada una de las tiras de bambú. En esta imagen de la parte frontal de la casita, se puede apreciar cómo queda rematada la pared y los suelos.

Tras colocar el suelo, empecé con las paredes: empapelar, encalar, y por su puesto enladrillar.
Qué rabia da aprender algo demasiado tarde, podía haber utilizado el método de enladrillar con corcho para hacer las baldosas del suelo, pero ya era tarde, el suelo estaba puesto. Por ello sólo puedo daros una recomendación verdaderamente valiosa: no tengáis prisa.

En las ventanas también he usado bambú. Como sabéis bien, las ventanas de estas casas vienen encajadas de mala manera, incluso a veces vienen torcidas.
Para tapar el antiestético hueco que dejaban por dentro he forrado el interior con bambú y le he hecho un marco a cada ventana, que queda sobre el empapelado. (Solución muy útil para tapar cualquier error de empapelado cerca de las ventanas)

Me hubiera gustado poner el suelo de la cocina ,al menos, de baldosas, pero estoy bastante contenta con el resultado final. Estos suelos son muy fáciles de poner, por tanto son aptos para novatos.

Antes de despedirme, quiero dar la bienvenida a los nuevos miembros, y a todos os agradezco profundamente vuestro aliento y estímulo.
Un abrazo

Empapelar paredes

Hoy os voy a contar cómo empapelar de forma fácil.
Para mí, ha sido una odisea, así que espero que estas recomendaciones os ayuden.

Vamos por partes. Empecemos por la impresión.
Mi impresora deja mucho margen en el papel, de modo que para empapelar totalmente una pared debía hacer tres empalmes, cosa que afea mucho el resultado final. Decidí por tanto que una imprenta me sacara los papeles en tamaño DIN A3. Pero antes, debía manipular con un programa de manipulación de imágenes los papeles que tenía diseñados para que al ser imprimidos en DIN A3 no se duplicara el tamaño de los motivos.

En la imprenta hicieron un buen trabajo y no me ha costado caro, un euro por pliego.
Os muestro unas imágenes para que veáis que la calidad de impresión es infinitamente mejor que con una impresora doméstica, además los colores parecen otros, son mucho más saturados, en parte también porque el papel tenía algo de brillo (no lo tenían satinado del todo).

Una solución para matar esos brillos indeseables es la de dar un barniz protector acrílico incoloro en spray. Éste concretamente lo he adquirido en una tienda de Bellas Artes.
(Tres euros aproximadamente y cunde mucho).

No es mala idea dar barniz aunque uséis papel satinado, ya que protege el papel de la oxidación de las tintas por efecto de la luz.

Haced siempre plantillas en otro papel lo más perfectas posibles para no estropear los papeles impresos.

Supongo que cuanto más gramaje tenga el papel, más fácil es de colocar sin que nos salgan burbujas.
En mi caso he usado papel de gramaje medio y salían ligeras burbujas que se alisaban fácilmente.

Para pegar el papel, no os compliquéis, sólo conseguiréis desesperaros. Lo que mejor resultado me ha dado, ha sido el pegamento en barra.

Aún quedan cosas por hacer, pero creo que os podéis hacer una buena idea de cómo está quedando.

Como veis hay algunas modificaciones sobre los planes iniciales, pero eso será otra historia.
Si os gustan los papeles, los podéis bajar pinchando aquí.
Tengo que agradecer a los miembros de los dos foros donde participo, Tus miniaturas y Miniaturizarte, la enorme ayuda que me han prestado.
Muchísimas gracias y un fuerte abrazo.

La cocina está enladrillada

El desenladrillador que la desenladrille será un desenladrillador excelente.

Pero antes que nada. ¡Feliz Año 2012!, espero de verdad que este año os sea favorable en todo lo que emprendáis, que os sintáis acompañados y queridos, que disfrutéis de buena salud y que todo esto sea extensible a las personas que os rodean.

Llevaba siglos sin escribir algún tutorial, y lo echaba de menos.
El de hoy va sobre cómo dar a una pared apariencia de estar enladrillada.

Hay una forma muy común que consiste en utilizar cartones de huevo. En mi caso esa solución era algo complicada y es que vivo en un entorno rural, donde es muy fácil comprar huevos de campo caseros, de modo que quien tiene una huevera tiene un tesoro que va y viene regularmente del vendedor al comprador y viceversa.
Hice una prueba con papel de acuarela y no funcionó, también probé con pasta de papel pero tampoco me convencía ya que cuando seca se deforma y encoje. En definitiva, tenía un problema que no sabía cómo solucionar.

Buscando en una tienda de chinos (¿como no?) encontré rollos de corcho adhesivo, y desde luego fue un buen descubrimiento.
Dibujé los ladrillos de 20x7 mm sobre el corcho, los corté y los coloqué dejando un milímetro entre unos y otros. El hecho de que sea corcho adhesivo facilita el ir colocando los trocitos sin tener que pararse a poner cola en la parte de atrás.

Cuando terminé le di una capa de alkil para impermeabilizar y dejar bien sujetos todos los trozos.

Cuando hubo secado, extendí con una pequeña espátula aguaplast para rellenar los espacios comprendidos entre ladrillos.

Finalmente pinté todo de blanco porque así tenía pensada la cocina.

Y éste es el resultado final.
En el caso de que queráis los ladrillos de otro color, lo que hay que hacer es pintarlos uno a uno justo antes de dar el alkil, y limpiarlos con un trapito húmedo tras dar el aguaplast.

Espero haber sido de ayuda.
Un abrazo muy fuerte y gracias por estar ahí.